Esta será la primera publicación de mi blog jurídico, así que, antes de entrar en materia y llegar aburrirlos con términos, conceptos y normas, me gustaría dar a conocer de forma breve mi personalidad y las circunstancias que me llevaron a emprender esta labor.
Realmente no hay mucho que contar, y puede sonar cursi, pero solo soy un joven de 25 años de edad, quien motivado por la pluralidad de injusticias que observé mientras crecía, me negué a aceptar la realidad que estaba viviendo y decidí que tanto mi vida como mi profesión estarían enfocadas en servirle a los demás, defendiendo sus derechos y procurando restablecer su dignidad frente a las arbitrariedades; sin embargo, con el transcurrir de los años y a medida que fui ahondando en mis conocimientos fui comprendiendo que a veces las normas pueden ser injustas, que son creadas por personas con intereses, y que no siempre quien ejecuta un acto arbitrario es una persona mala o siquiera consciente del daño que está produciendo.
Así pues, conforme mas cerca estuve de convertirme en profesional mas propenso fui a pensar que mi profesión era insuficiente para mis ideales trazados, que no podía cambiar la realidad social porque no tenia el poder para modificar los paradigmas normativos que generaban injusticias y, que aunque pudiera cambiarlas, esto no transformaría nada si las personas seguían pensando y actuando de forma errónea. Ya en este punto, confieso que estuve tentado a sucumbir y elegir olvidarme de mis ideales para procurar mi beneficio personal, cuantificando mi éxito profesional en cifras monetarias; pero afortunadamente esto duró poco y la vida me puso los obstáculos suficientes para comprender que las dificultades para lograr mi cometido inicial no eran mas que oportunidades para reconocer que pese a tener las mejores cualidades y/o aptitudes, no podría impactar positivamente la vida de mis congéneres sin antes crear consciencia y construir una comunidad deseosa de luchar por sus propios derechos.
De manera que, al día de hoy mi intención ya no es la de esperar a que las personas enfrenten situaciones extremas y necesiten mi ayuda para quedar como el gran salvador, sino acercarme también a aquellas, que aunque en el momento crean no necesitarme, en un futuro puedan recordar mi consejo profesional y ponerlo en práctica para su beneficio o el de sus seres queridos... En definitiva, ya no me interesa ser el abogado que da las mejores luchas en los estrados y gana los casos con las pretensiones mas altas, si no aquel personaje amistoso que logra empoderar a los ciudadanos para que sean ellos mismos quienes ejerzan sus derechos, respeten los ajenos y guíen sus actos reconociendo el impacto que tienen en los demás pues con esto seré un vivo testimonio de que aunque "del Derecho al hecho hay mucho trecho" con esfuerzo y convicción es posible disminuir esa brecha, cuantificando entonces mi éxito en el numero de vidas transformadas.
Buena Jose, espero próximas publicaciones de casos reales, bueno si es que es esa la intención del blog. Saludos.
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